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19 noviembre 2006

Bush busca el apoyo de China para presionar a Corea del Norte a que se deshaga de su armamento nuclear



El presidente de EEUU ha buscado el apoyo de su colega chino, Hu Jintao, para aumentar la presión sobre Corea del Norte, con el fin de que el régimen estalinista se deshaga de su armamento nuclear. Ambos dirigentes se han reunido por espacio de una hora en Hanoi, donde este domingo concluye la cumbre de la Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC, siglas en inglés), en la que ambos han participado. Bush ha señalado que "China es un país muy importante, y EEUU cree firmemente que si colaboramos podemos contribuir a resolver problemas, como Corea del Norte e Irán". Mientras, el G-20, que engloba a las economías mundiales más potentes, ha condenado la prueba nuclear de Pyongyang.

En unas breves declaraciones previas a la cumbre de la Cooperación Económica Asia Pacífico, Bush afirmó que "China es un país muy importante, y EEUU cree firmemente que si colaboramos podemos contribuir a resolver problemas, como Corea del Norte e Irán". Bush ha dedicado buena parte de su tiempo durante esta cumbre a reuniones bilaterales encaminadas a recabar el apoyo de sus aliados asiáticos para aumentar la presión sobre el régimen de Pyongyang.

Tras su reunión con Hu, y la clausura de la cumbre, el presidente estadounidense se reunirá con el presidente ruso, Vladímir Putin. Este pasado sábado lo hizo con el presidente surcoreano, Roh Moo-Hyun, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, con los que se reunió primero por separado, y después con ambos en un encuentro trilateral. Fruto de las presiones estadounidenses será la inclusión, en la declaración final de la cumbre, de una mención a Corea del Norte en la que se expresa la preocupación de los 21 países miembros por el ensayo nuclear, perpetrado en octubre. La reunión entre Hu y Bush tuvo también un fuerte contenido económico y comercial.

El presidente estadounidense agradeció a su colega sus esfuerzos por hacer de China "un país de consumidores, no de ahorradores", lo que "redundará en el beneficio de nuestros productores de manufacturas, grandes y pequeños, y nuestros granjeros". EEUU arrastra un déficit comercial en torno a los 150.000 millones de dólares con China, un desequilibrio que se ha convertido en uno de los principales puntos de fricción en las relaciones entre los dos países. Washington quiere que China adquiera más productos de Estados Unidos y flexibilice el tipo de cambio de su divisa, el yuan, que el Gobierno de EEUU cree que perjudica injustamente a las exportaciones de su país.

El presidente estadounidense afirmó que, dada la ingente balanza comercial entre los dos países, es lógico que hubiera "dificultades comerciales" pero aseguró que "adoptaremos una actitud de respeto mutuo y búsqueda del bien de nuestros dos pueblos".

Por su parte, el G-20, que engloba a las economías mundiales más potentes, ha condenado este domingo la prueba nuclear realizada por Corea del Norte, pero ha resuelto en contra de mencionarla en el comunicado oficial por el que se da por clausurada su reunión anual, según dijo el ministro de Economía australiano Peter Costello. "Ha habido una condena unánime a las acciones de la República Democrática de Corea del Norte, pero sin embargo, como esto es una cumbre económica, se ha acordado que no se produzca ninguna condena explícita en el comunicado", dijo Costello.

Previamente, el ministro de Economía finlandés, Eero Heinaluoma, máximo representante actual en materia de economía de la Unión Europea, señaló que, probablemente, el G-20 incluiría una mención. "Obviamente, todos los países aquí presentes están preocupados por lo que pasa en Corea del Norte y, al mismo tiempo, también por los aspectos económicos que pueden causarse si Corea del Norte se convierte en una potencia nuclear", indicó Heinaluoma. "Estoy seguro que este aspecto será mencionado en la declaración", agregó el ministro finlandés.
Fuente: Libertad Digital