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02 agosto 2006

Salud de Fidel Castro es un ‘secreto de Estado’

elpais.com.co
En La Habana todo fue calma y tranquilidad, luego del anuncio de la cesión del poder a Raúl Castro. El gobierno de Estados Unidos se declaró a la expectativa, pero dispuesto a ayudar a Cuba en una eventual transición a la democracia. Dirigentes de todo el mundo desearon una pronta recuperación a Fidel.

El presidente de Cuba, Fidel Castro, anunció ayer que se encuentra "estable" y de "buen ánimo", pero que la evolución de su salud necesita del "transcurso del tiempo", en un mensaje transmitido a través de la televisión cubana.
Castro, de 79 años, cedió el lunes el control del gobierno a su hermano Raúl, por primera vez en casi 48 años desde el triunfo de la Revolución, debido a una crisis intestinal que obligó a operarlo de urgencia. “Puedo decir —señaló Castro en un comunicado— que es una situación estable, pero una evolución general del estado de salud necesita el transcurso del tiempo, lo más que podría decir es que la situación se mantendrá estable en muchos días, antes de poder dar un veredicto".
"De ánimo me encuentro perfectamente bien, y lo importante es que en el país todo marcha y marchará perfectamente bien. El país está preparado para su defensa por las Fuerzas Armadas Revolucionarias y por el pueblo", añadió en el texto leído en el programa Mesa Redonda.
Cuba, la isla gobernada con mano de hierro por Fidel, había amanecido en aparente tranquilidad, a pesar de que era el primer día en 47 años que el legendario revolucionario no estaba al frente de las riendas del poder. Las calles en las ciudades de la isla lucían tranquilas, y lo mismo se apreciaba en los centros de trabajo, embajadas y ministerios, aunque en algunos lugares hubo actos de "reafirmación revolucionaria".
En la Aduana, ubicada en La Habana Vieja, varios cientos de vecinos y trabajadores se concentraron y, enarbolando banderas cubanas, dieron vivas a la revolución. "Por este hombre (Castro) tenemos que dar la vida. Patria o Muerte ¡Venceremos!", dijo Noel Bergez, uno de los participantes del mitin, mientras sus colegas estallaban en aplausos.
En forma sorpresiva, el lunes por la noche el Secretario Privado de Castro leyó un comunicado mediante el cual el mandatario delegaba, con carácter transitorio, varios poderes a su hermano menor, debido a problemas de salud. El mandatario dejó en manos de Raúl, de 75 años de edad, la jefatura del Gobierno, la del Partido Comunista y la de las Fuerzas Armadas; mientras repartió otras responsabilidades entre otros colaboradores.
Desde Estados Unidos, el gobierno del presidente George W. Bush, aseguró que en los últimos cuatro años se ha estado preparando para una "transición hacia una Cuba libre", y que seguía de cerca los acontecimientos en la isla, ante el deterioro de la salud de Fidel Castro.
No obstante, la Casa Blanca afirmó que no tiene planes de acercarse al régimen cubano después de que el presidente Fidel Castro cediera el poder de manera temporal a su hermano Raúl. En el Congreso, varios miembros de origen cubano tuvieron una reacción mixta, desde la cautela hasta el entusiasmo, y exhortaron al Gobierno a estar preparado para asistir al pueblo cubano en una potencial transición de Gobierno. "Creo que en este momento, cuando los informes son inciertos, debemos mantenernos vigilantes y listos para ayudar al pueblo cubano a encontrar un futuro democrático", dijo el senador Mel Martínez.
Al anunciarse los problemas de salud de Castro, el lunes por la noche, Bush se encontraba en Miami y había hablado con empresarios en el día sobre Cuba. Poco después, Bush dijo a Radio Mambí, una estación radial que transmite en español, que "si Fidel Castro se retirara debido a causas naturales, tenemos un plan para ayudar al pueblo de Cuba a comprender que hay una mejor vía que el sistema en el cual ha estado viviendo".