Sadam Husein, condenado a la horca por la matanza de 148 chiíes

A. A. / J. M. / T. E.. 06.11.2006 - 01:39h

Sus abogados tienen 30 días para apelar. Irak, en toque de queda, se divide entre celebraciones y protestas. Bush califica de «logro» la sentencia y España reitera su rechazo a la pena capital.

Más de un año después de su comienzo, el primer juicio contra el ex presidente iraquí, Sadam Husein, y varios de sus más directos colaboradores, se cerró ayer con un final más que previsible. El Tribunal Especial que lo juzga decidió que Sadam sea ahorcado después de encontrarlo culpable de «crímenes contra la humanidad» por la masacre de 148 chiíes en 1982 en la aldea de Al-Duyail.

El tribunal decidió castigar también con la pena capital a dos de los más directos colaboradores del dictador, su hermanastro Barzan al Tikriti, por entonces responsable de los servicios secretos, así como Awad Hamad al Bandar. Este último era jefe del tribunal que condenó a muerte a los vecinos de Al-Duyail en represalia por un atentado perpetrado contra Sadam Husein cuando atravesaba esta localidad situada a 70 kilómetros al norte de Bagdad.

Vestido de negro y con un ejemplar del Corán en la mano, Sadam Husein permaneció, una vez más, desafiante ante el tribunal e interrumpió a su presidente durante la lectura de la sentencia al grito de «Dios es grande, viva el pueblo».

Comité de casación

A partir de ahora, los abogados encargados de la defensa de Husein disponen de 30 días para presentar un recurso ante el comité general de casación del Tribunal Penal Supremo. Sus integrantes no tienen límite de tiempo para actuar sobre la sentencia recurrida, aunque si no es revocada será la presidencia de la República la encargada de ratificarla.

A pesar del toque queda impuesto en buena parte del país, miles de iraquíes se lanzaron a las calles para celebrar o protestar contra la sentencia impuesta a su antiguo mandatario.

Reacción internacional

La sentencia también dividió a la comunidad internacional. La presidencia finlandesa recordó la oposición de la UE a la pena de muerte, circunstancia que reafirmó el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero. La organización de derechos humanos Amnistía Internacional criticó la sentencia y calificó el proceso de defectuoso e injusto. Por su parte, el presidente del Gobierno de EE UU, George W. Bush, que ayer celebraba su 29 aniversario de boda en su rancho de Texas, indicó que la condena de Sadam Husein representa un «importante logro» hacia la libertad de Irak, así como un «hito» en los «esfuerzos del pueblo iraquí por cambiar el mandato de un tirano por el mandato de la ley».

El camino de la sentencia

13 de diciembre de 2006
Capturado en una granja. Sadam Husein es capturado en una granja a unos 15 ó 30 kilómetros de Tikrit, su ciudad natal.

19 de octubre de 2005
Comienza el primer juicio. Siete de sus colaboradores también se sientan en el banquillo. La vista se pospone hasta el 28 de noviembre. El 21 de octubre es asesinado uno de los abogados de la defensa. El 8 de noviembre otro miembro de su equipo defensor muere asesinado.

12 de febrero de 2006
Huelga de hambre. Sadam inicia una huelga de hambre que duró once días. La defensa denuncia, el 27 de febrero, la «parcialidad» con la que se juzga al ex presidente iraquí. El 1 de marzo el ex dictador admite su responsabilidad en la matanza de Al-Duyail en 1982. Murieron 148 chiíes.

15 de mayo de 2006
Torturas y arrestos. El Tribunal acusa formalmente al ex dictador de crímenes contra la humanidad, torturas y arrestos masivos.

19 de junio de 2006
Pena de muerte. El fiscal pide la pena de muerte para el depuesto presidente. El 7 de julio Sadam inicia una nueva huelga de hambre. El 23 de julio es hospitalizado. El 11 de septiembre vuelve a proclamar que es el presidente legítimo. El 5 de noviembre es condenado a la horca por la matanza de chiíes en Al-Duyail.